
La obra de Pablo Guerrero, uno de los últimos fotógrafos análogos de Medellín y Colombia, cuya técnica fotográfica química, basada en dominar la luz y revelar imágenes mediante procesos complejos, representa una época pasada. Guerrero, con su conocimiento profundo y su enfoque estético, consolidó un legado que ahora se preserva en la Biblioteca Pública Piloto (BPP), reafirmando su papel como custodio del patrimonio cultural y la memoria. Aunque la fotografía análoga está desapareciendo, su archivo en la BPP asegura la conservación de su trabajo para futuras generaciones.